Anatoly Karpov llenó el vacío
creado por la retirada de Bobby Fischer y fue el campeón del mundo durante diez
años 1975-1985. Su tranquilo pero profundo juego posicional dominó a sus
contemporáneos hasta que apareció su gran rival, Garry Kasparov.
Karpov era el chico modelo de la
rusa soviética, nacido en las dificultades de la posguerra en Zlatous en los
Urales donde trabajaba su padre como ingeniero para la industria
armamentística. Aprendió a jugar al ajedrez a los cuatro y fue aceptado por la
escuela de Mikhail Botvinnik a los doce. Aunque el "patriarca" fue
aparentemente escéptico en sus inicios, Karpov hizo rápidos progresos,
especialmente cuando empezó a entrenar con el gran maestro y reputado teórico
Semyon Furman. Fue el primer soviético tras Spassky en ganar el campeonato del
mundo juvenil.
Karpov comentó que no estaba
preparado para iniciar con éxito la lucha por el campeonato del mundo pero se
demostró estar equivocado derrotando a Lev Polugaevsky (5.5-2.5), Spassky (7-4)
y finalmente Viktor Korchnoi (12.5-11.5) para clasificarse a disputar el título
contra Bobby Fischer. Todos los recursos ajedrecísticos de la antigua Unión
Soviética estaban a su alcance para lograr recuperar la corona que finalmente
Karpov logró a los 23 años sin jugar debido a que Fischer rechazó las condiciones
del encuentro.
Karpov demostró su supremacía
venciendo en todos los torneos de élite que disputó en los años venideros y
derrotando a Korchnoi en dos duelos.
Sus encuentros con Kasparov en la
segundo mitad de los 80 se convirtieron en míticos.
Karpov logró una de las victorias
más impresionantes de todos los tiempos en Linares, en 1994, cuando firmó un
alucinante 11 sobre 13, con 2´5 puntos de ventaja sobre Kasparov y Shirov.
Actualmente sigue jugando,
especialmente por equipos y rápidas y es además un jugador de cartas bastante
competitivo y coleccionista de sellos, con un colección estimada en 15 millones
de dólares. Actualmente es parlamentario ruso desde 2011.
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